OFF! – Free LSD

Llego demasiado tarde, lo sé, pero como dice el dicho, «nunca es tarde si la dicha es buena», y es que aunque hemos tardado un año en volver a tener operativa la web, el post que abre esta nueva etapa llevo queriéndolo hacer hace más de un año, concretamente desde septiembre del 2022, que fue la fecha de salida de esta maravilla. Para los amantes del género punk y hardcore, la banda Off! no es nueva, ni mucho menos, pero sí que llevaban 8 años sin sacar material nuevo desde el ya lejano 2014, con el disco «Wasted Years». En un principio, mucho tiempo para pensar y darle una vuelta de tuerca a todo el proyecto, tanto musical como ideológico, pues no hay que olvidar que en esta banda, el discurso antisistema, está dentro de su ADN.

Desde aquel 2014, ha habido cambios en la formación, tanto el bajista Steve McDonald (Red Kross), como el batería Mario Rubalcaba (Hot Snakes, Earthless) han dejado la banda y en su lugar han entrado 2 nombres poco conocidos, el bajista Autry Fullbright II y el batería Justin Brown. La conclusión de estos cambios, aunque pareciera arriesgada, debido al currículum de los 2 antiguos componentes, la conclusión es de esas de la que piensas, ojalá hubieran estado antes en la banda, pues el resultado es impresionante. El amigo Keith Morris (nada que decir que no sepamos de este crack) y el genio de Dimitri Coats (guitarrista, productor y arquitecto de este proyecto) han hecho uno de esos discos atemporales, de los que sabes que cuando hayan pasado 50 años serán referencia de oyentes y músicos, una obra complicada y llena de aristas, la cual va subiendo en adicción, conforme las escuchas van sonando. No es punk rock, no es hardcore, no es free jazz, es todo eso junto y mucho más … Una producción sublime de un disco que cada escucha es el descubrimiento de una capa más, de un detalle más, de un mensaje más, en resumen, de una adicción poco frecuente en estos años de pocas sorpresas.

Free LSD, es algo muy grande. El trabajo de la batería plasmado en este disco es algo poco común en estilos como el hardcore y punk rock, donde el tempo es algo predominante. Aquí, el señor Justin nos da una lección de como plantear el instrumento de la batería de manera agresiva y a la vez caótica, sin en ningún momento caer en clichés ya sobados un millón de veces. Sinceramente, soy fan del maestro Rubalcaba (antiguo batería de la banda hasta 2014), pero es que lo de este hombre es de asombro. Hay veces que me quiero imaginar como serían los temas antiguos tocados por Justin, pero aún no lo he podido comprobar en directo.

También el trabajo de producción es algo a destacar, donde Dimitri ha construido unas canciones, llamaríamos «gordas» y a la vez complicadas y llenas de sorpresas según las escuchas suben. Samplers, saxos, disonancias, capas de guitarras, una batería presente y caótica, pero no exagerada en sonido, un trabajo de bajo equilibrista dentro de todo este enjambre de sonidos y una voz del señor Morris engrasada como el primer día. En resumen, ordenar el caos de manera brillante.

Discos como el de este post, son los que hacen que mi pasión por la música no desfallezca.